La vida no es un problema que hay que resolver, sino una realidad a experimentar
DIABLARTE
ARTE
DIBUJOS DE UNA GEISHA
Dibujos Geisha y texto Pauline
Que las imágenes valen más que las palabras es, sin duda, un hecho... mirar una curva de la postura o una brizna de la cuerda, me hace recordar la primera vez que me arrodillé o el instante que tuve que ponerme de puntillas para respirar... la compañera Geisha detalla esas sensaciones en sus dibujos. Entre la provocación y la delicadeza de los trazos, lo que representa puede evocar instantes de un encuentro al que todos deseamos, hemos tenido o queremos volver a sentir. El ilustrador Simon Frankart dijo que hay que “dejar vagar la imaginación y transitar los lujuriosos senderos del deseo” y eso es lo que me parece ocurre cuando los observas.
EL CUERPO COMO BANDEJA: EL NYOTAIMORI
GENGHIS KHAN y yorokobi
Dirigida por Isabel Coixet, se estrenó en el año 2009 una curiosa película: “Mapa de los sonidos de Tokio”, que compitió, sin éxito, por la Palma de Oro del Festival de Cannes.
Fue una bella película, si bien la crítica no fue demasiado positiva. En ella aparece una escena en la que una serie de caballeros disfrutan de alimentos diversos, servidos sobre el cuerpo desnudo de una muchacha.
Esta práctica es conocida con el nombre de nyotaimori y ha sido difundida hacia la cultura occidental, si bien no parece desarrollarse más que en contadas ocasiones y no de manera habitual. Aun así, ha recibido enorme oposición por parte de determinados colectivos críticos con la cosificación del cuerpo femenino. Posiblemente como reacción a ello, ha aparecido una variante conocida como nantaimori, esto es, lo mismo, pero sobre el cuerpo de un hombre desnudo. En todo caso, la temperatura de los alimentos, sushi o sashimi, tiene que ser fría o muy próxima a la temperatura corporal.
No está claro el origen de esta sitofilia (fetichismo sexual en que se mezcla el erotismo con la ingesta de alimentos o bebidas). Parece tener sus antecedentes, entre los S. XVII-XVIII, una época de esplendor económico en Japón. Otro juego sitofílico practicado generalmente en burdeles (Yukaku), conocido como wakamezake, consistente en verter sake en la región púbica de la mujer para beberlo directamente en ese mismo lugar.
El nyotaimori, así como el nantaimori, requiere una preparación previa extremadamente ajustada. Lo primero es que la persona ha de estar totalmente entrenada para permanecer tumbada sin moverse. Además. debe ser capaz de soportar el contacto prolongado con la comida fría. Adicionalmente, el vello corporal, especialmente el vello púbico, ha de estar eliminado, al menos rasurado. La persona debe someterse inmediatamente antes a un baño con agua fría y jabón sin olor, entre otras cosas para bajar la temperatura corporal. Y para cumplir con las leyes sanitarias de algunos países, ha de interponerse una capa de plástico entre el cuerpo de la persona y los alimentos que se coloquen sobre ella.
A medida que se degusta la comida que cubre la bandeja humana, va quedando al descubierto una mayor cantidad de su cuerpo: un elegante strip-tease gastronómico. Cediendo la palabra al escritor Juan Abreu (uno de los comensales que participaron en un Nyotaimori en España): "Estamos bien instalados en torno al cuerpo bandeja, que reposa sobre una mesa baja. (…) Manjar al que le crecen manjares. No puedo resistirme y lo primero que hago es levantar una empanadilla de verduras que oculta un pezón. Y ahí tropiezo con los límites de la vida. Porque lo que corresponde es seguir comiendo…ese pezón humoso y empinado. Pero no se puede. Ay."
Considerado una variante de fetichismo, la práctica del Nyotaimori remite a una concepción que fusiona de manera sencilla, directa y visual, la concepción del cuerpo en su dualidad erótico–gastronómica: el objeto de caricias, sensaciones y deleite sexual; el depositario potencial –en el caso de la mujer– de una nueva vida después de la acción anterior; el símbolo del apetito, que metonímicamente se traslada al campo de la sexualidad, es también, mediante ese acto: mesa, plato, recipiente donde se coloca una comida para ser ingerida.
Estas prácticas, prácticamente olvidadas durante un siglo, volvieron a aparecer en la década de los años ’60 en Japón y, posteriormente, difundidas por Europa, así como los USA y Argentina. Sin embargo, tanto por cuestiones sanitarias como por la presión de determinados colectivos, su práctica o bien está prohibida, como lo es actualmente en China, o bien son limitadísimás las ocasiones en que se practica en público, y aún así, sometidas a críticas feroces.
En todo caso y una vez más, Oriente nos amplía la variedad de sugerencias e ideas encaminadas a exprimir las posibilidades eróticas de las que podemos disfrutar l@s Am@s de y con sus sumis@s.
¿Habéis tomado buenas notas? Pues a explorar placeres sanos (que lo son) seguros (que pueden fácilmente serlos) y consensuados (o sea, que no se lo pueden perder ninguna de las dos partes en juego… o peor para ell@s).
GRABADOS SHUNGA
geisha-G_K
Los grabados shunga son una clase de ilustraciones ukiyo-e (impresos grabados en madera) producidos en Japón durante los siglos XVII y XVIII. La palabra shunga significa imagen de primavera, eufemismo utilizado para referirse a las relaciones sexuales. Las imágenes pertenecen a diferentes artistas y épocas, pueden buscar en la web más información.
ARTE 3D
Pigmalion
El Arte 3D utiliza los gráficos de ordenador para crear imágenes en tres dimensiones. Pigmalion usuario de nuestra sala amiga #bdsm nos obsequia con sus creaciones bedesemeras. En estas láminas refleja excitantes escenas de D/s.
BELLEZA REVELADA
1828
Hoy en día es bastante común obsequiar al otro con instantáneas del cuerpo uno mismo. En 1828 también se realizaba pero constaba de un trabajo previo más elaborado, mirarse el propio cuerpo y plasmarlo con lápices y pinturas. El efecto seguro será el mismo cuando es entre amantes.
Según los descendientes del estadista Daniel Webster (1782-1852), esta miniatura es un autorretrato que Goodridge realizó para él en 1828. Esta es una obra en acuarela sobre marfil y sus dimensiones: 2 5/8 x 3 1/8 pulg. (6,7 x 8 cm)
LA VERDAD SALIENDO DEL POZO (GERÔME, 1896)
Pauline desde sala Diablo
La verdad es algo que nos impone temor. Se atribuye al filósofo griego Demócrito la frase: “algún día la verdad saldrá del pozo para fustigar a los mentirosos”. La leyenda dice que la verdad fue engañada por la mentira para entrar en un pozo y que allí la engañó vistiéndose con sus ropas, dejando a la verdad sola. La verdad que no supo ni quiso vestirse con los ropajes de la mentira, salió desnuda del pozo. Todo el mundo se horrorizó al verla… En este cuadro, el pintor francés Jean Léon Gêrome, en 1896, pintó a la verdad en el instante en que salía del pozo, con un látigo en la mano para fustigar a los mentirosos…A día de hoy, ¿quién no teme conocer la verdad y, con frecuencia, la disimulamos o evitamos?
EL JARDIN DE LAS DELICIAS
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Queremos daros la bienvenida a nuestro espacio de Arte con la obra más emblemática y enigmática de El Bosco, El jardín de las delicias.
Esta obra tiene una posición inicial cerrada, representando así el tercer día de creación que una vez abierto los tres paneles interiores representan el paraíso, la vida terrenal (el jardín de las delicias) y el infierno.
Con el tríptico abierto al completo, nos enfrentamos a una explosión de color y figuras que contrasta con el carácter monocromo e inanimado de la creación .Actualmente podemos contemplarla y deleitarnos en el museo del Prado (Madrid).
LA FORNARINA
Pauline desde sala Diablo
La Fornarina (1518-19) es una obra de pintor italiano Rafael Sanzio. Hay muchas especulaciones en torno a quién es la mujer del cuadro. Una de ellas, cuenta la historia de que era la amante del propio pintor, una joven de Roma, hija de un panadero. Hay muchos símbolos propios de los retratos en esa época, como la perla del turbante; pero la mirada de la joven, con mucha complicidad, desvela el trabajo que Rafael se tomó para conseguirlo y la confianza entre los dos; no obstante, si hay algo que queremos destacar de este cuadro, es el brazalete del brazo izquierdo, que muestra el nombre del pintor, algo bello y simbólico entre ambos, a su relación.
EL BESO. EDVARD MUNCH, 1897
Colaboración de Pauline de Sala Diablo
El sentido de pertenencia y de unión de esta pareja, fue pintado por Munch a finales del siglo XIX. Esta escena no fue la primera que el pintor plasmó, pues el beso entre un hombre y una mujer, lo reflejó en madera y otras pinturas. Hay críticos de arte que interpretan la fusión de los rostros de ambos para convertirse en uno sola entidad. El azul, la melaconlía, la pertenencia, son solo algunos de los sentimientos -el azul como sentimiento- que al menos puedo ver yo en este beso, como tantos que, quizás, sentimos en nuetras relaciones. La obra forma parte de una serie que el propio pintor denominó: "la batalla entre hombres y mujeres llamada amor".